Siempre estuvo en el aire. En las conversaciones, en las tertulias y en los debates. De alguna manera, siempre acabó saliendo el tema: el sexo de uno de los dos candidatos a la Secretaría General del PSOE, el de Carme Chacón, mujer.
Rubalcaba parecía todo el tiempo un ser asexual. El sexo de él no se mencionaba. Jamás oí, ni para bien ni para mal, «Alfredo es hombre y puede tirar del voto masculino» como en el caso de Carme, en el que sí se aludía constante y permanentemente a su condición femenina.
Y con el sexo tantas otras cosas, todo eso que se respiraba en el ambiente y que, casi tan sólo, se atrevieron a verbalizar las mujeres y hombres feministas: la desigualdad de condiciones y, en este caso muy particularmente, de oportunidades.
Sí, con todo ello, la pareja. El marido de ella todo el tiempo en el candelero. La mujer de él, invisible casi por completo. “El de ella” la perjudicó, “la de él” -ni fú ni fá-, en todo caso, le benefició aportando, como hemos visto en alguna entrevista, esa imagen pareja en armonía, estable y con años de convivencia, . Con todo ello, también las tablas y la experiencia: la de ella, escasa, la de él, curtida por los años.
Hubo opiniones para todos los gustos. Los había hasta que opinaban que ninguno de los dos era válido, pues ambos habían formado parte del Gobierno en el equipo de Zapatero y eran, en consecuencia, cómplices de todas las medidas que se tomaron y que tanto han perjudicado a la gente de a pie. Pero, ni siquiera en esto están en igualdad de condiciones. Esta lectura también beneficiaba a Rubalcaba, ¿Cómo va a ser lo mismo haber formado parte del último gobierno que haber formado parte de distintos gobiernos y, además, llevar la vida en ello? Claro que sí, no lo olvidemos, Alfredo, antes que con Zapatero, también fue Ministro con Felipe, pero se le aligeró el peso y sólo se le tuvo en cuenta su último mandato.
Y es que no, no es lo mismo. Alfredo lo que ha sido es más, siempre más. Tenía más experiencia, más amplio bagaje, y aportaba mayor seriedad, siempre más… como buen ‘barón’ de la política que es, y que no se nos olvide, como buen ‘varón’ de género masculino, determinante. Por tener, tuvo hasta más apoyos que dieron la cara oficialmente (lo de Felipe por cierto me resultó personalmente vergonzoso). Porque en el caso de Carme, algunos fueron hasta de tapadillo. En fin… como para no estar más preparado después de llevar tantísimo tiempo en política.
Desde mi punto de vista, para lo que no están preparados ni Alfredo, ni muchos otros, es precisamente para dejar sitio, para ceder poder, para dejar de ser tan visibles y desde el otro lado, apoyar, impulsar y preparar políticamente a otras personas. Para hacer caso a esta sociedad que ha salido a las calles pidiendo nuevas caras, nuevos perfiles y nuevas formas de hacer política desde unas estructuras más “ligeras” y sí, también menos rancias.
¿Qué es un riesgo? Claro que lo es, pero precisamente lo que está poniendo en riesgo a los partidos políticos e instituciones es el hecho de no haber sabido impregnarse de savia nueva para que, llegado el momento, los preparados no fueran los mismos de siempre. Los obstáculos -y hasta me atrevo a decir- los codazos han debido ser de vértigo. Todo para no perder un milímetro de poder dentro del aparato, porque fuera se ha perdido todo. El poder se le ha entregado como un regalo en forma de Gobierno al Partido Popular.
Cuando supe que Alfonso Guerra encabezaba las listas por Sevilla, de verdad que me sentí escandalizada. Un señor que estudié en los libros de texto en mi época escolar, un político de bandera cuyas fotos de archivo -en blanco y negro- vi en distintos reportajes de TV… Me preguntaba ¿qué sentido tiene que, ahora con 35 años, muy superada la etapa escolar, me vuelva a encontrar con este señor, de otra época, encabezando una lista?. Significaba, incuestionablemente, que algo iba mal, que se está perdiendo representatividad y diversidad, que los mismos siguen donde mismo, y que alguien se ha dedicado a promover sólo la imagen de mujeres y de jóvenes de manera propagandística. Las juventudes se mueven como una asociación o una estructura al margen. La juventud y la mujer no se han incorporado ni a la toma de decisiones, ni a la dirección de los partidos e instituiones.
Por esto, para mí, cualquier mujer que, respetando la complicidad y el pacto de género, en este u otro partido, en esta u otra organización o estructura, sea capaz de lidiar con todo ese patriarcado político, con toda esa estructura rancia y pesada, a modo de vendabal en contra, es todo un valor.
Mujeres como ésta, también hacen historia así que espero en un tiempo verla igualmente en los documentales de TV.
Mi mayor reconocimiento a una mujer valiente, Carme Chacón
Y, desde la tristeza, mi enhorabuena a Alfredo Pérez Rubalcaba
APL
4 de febrero, 2012
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