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Dic
01

Isla Mágica "un viaje en el tiempo" con un Alcalde "Missing" y una Banca "Incívica"

El Sr. Alcalde “missing”, Banca Cívica haciendo poca gala de su nombre, la Dirección de la empresa “cubriendo el expediente” y en medio, los trabajadores y trabajadoras “tal que bola de ping pong”. Esta es la situación que mejor define el momento actual de la emblemática empresa del sector turístico sevillano, “Isla Mágica”.
Pertenezco a la plantilla de Isla Mágica desde días antes de su inauguración en junio del año 1997. Mucho ha llovido desde entonces. Sobre todo para el mayor activo con que cuenta la empresa: su plantilla. Llueve sobre mojado, dos expedientes de regulación de empleo, un proceso de suspensión de pagos, la salida a concurso público de la empresa, conflictos colectivos varios, una huelga que cerró las puertas de la empresa durante un fin de semana, una reciente negociación de “descuelgue salarial” y la negociación de ocho Convenios Colectivos siempre al filo de lo imposible.
Como trabajadora y como Secretaria General de la Sección Sindical de UGT, he visto de todo, atravesamos miles de vicisitudes, pasaron cientos de proyectos por delante de nuestras narices, desfilaron varios Presidentes, y tan sólo de dos, guardo buenos recuerdos, como hombres eficaces, honestos y comprometidos con las personas que conformábamos la plantilla.
Desde el pasado septiembre de 2010 presido el actual Comité de Empresa, y lo que sigo viendo no me gusta nada. Recién aterrizada me topé con la nueva reforma laboral impuesta por el anterior gobierno, que nos abocó, sin salida alguna (y con los números de la empresa sobre la mesa) a otra imposición, la empresarial: la negociación de un descuelgue salarial. Es decir, la empresa, que presenta cuentas negativas, pudo acogerse con la nueva normativa laboral a la citada figura de descuelgue, hablando en plata, a incumplir salarialmente el convenio colectivo. En aquel momento fuimos capaces de implicar a la dirección de la empresa e invitarles a rascarse también el bolsillo, redujeron un 5% de sus salarios, mientras las categorías más bajas incrementaron el 50% (de la subida que preveía el convenio para ese año) y las categorías medias  nos quedamos literalmente “congeladas”.
Mientras este acuerdo suponía un alivio económico, supuestamente lo más importante, y lo que no depende de “los curritos y curritas”, o sea, la viabilidad definitiva del proyecto empresarial estaba en manos de “los grandes”. Concretamente mientras los temas urbanísticos y de ampliación de la actividad se solventaban en la búsqueda de un nuevo inversor, también se barajó la opción de que Parques Reunidos, se hiciese cargo de la gestión de la empresa. Éstos, a pesar de mantener varias reuniones donde planteaban una gestión que arrojaría beneficios a corto plazo, no consiguieron convencer a la dirección empresarial, curiosa por no decir sospechosamente.
No sabemos si fueron invitados a subirse en el vertiginoso Jaguar y mandados a paseo o si andan recluidos en algún de los lugares tematizados entre “Sevilla Puerto de Indias” y “La Guarida de los Piratas”… el caso es que ni rastro.
Eso fue hace un año, pero nada es para siempre, y aquella empatía empresarial parece haberse quedado en eso, en una esporádica exaltación del sentimiento de solidaridad.
El Comité de Empresa ha intentado, en el constante ejercicio de responsabilidad hacia los intereses que representamos (recordamos, el parque emplea a más de 600 personas directa e indirectamente) recabar información y tomar contacto con instituciones y entidades involucradas o que debieran estarlo.


¿Qué nos hemos encontrado?
El Alcalde Missing
Por un lado el nuevo alcalde, D. Juan Ignacio Zoido, a quien, solicitamos formalmente y por medio de UGT Sevilla, una reunión hace meses y de la que aún no hemos obtenido respuesta alguna. También, como Comité de Empresa,  nos dirigimos a él recurriendo directamente a su cuenta personal en la red social Facebook, y tras un pequeño amago de comunicación, no ha vuelto a dar señales de vida virtual que no mediática, de la que tenemos constancia diaria. Tan sólo queríamos conocer su compromiso con el futuro de una importante empresa de su ciudad y como personas trabajadoras transmitirle nuestras inquietudes que son las de la plantilla entera…missing….

La Banca

“Incívica”

Cajasol se ha vestido de Banca Cívica y aquello del compromiso social y corporativo parece no ser lo suyo ya, y es que, según información (tampoco demasiado contundente) por parte de la Dirección de la Empresa,  Banca Cívica anda también a la búsqueda y captura de un nuevo inversor. Y según la Dirección de la Empresa es la promotora de los nuevos recortes planteados sobre la mesa. Ya sabemos “La Banca siempre gana”.

La Dirección de la Empresa
Cubriendo el expediente, información va e información viene pero nada cuaja. Eso sí, por mandato del Consejo de Administración, al parecer, poniendo el objetivo del recorte otra vez en los de siempre: lo de “por ahí abajo”. Vuelven a la carga, pisando fuerte y otra vez a por los más pobres, que no débiles.

Proyectos mil y mil proyectos
Sin ánimo de favorecer la estereotipación, esto empieza a recordarme al chiste del funcionario, el político, el ingeniero y el sindicalista. Y es que tanto prometer, tanto proyecto y todo tan cerca siempre durante estos 14 años me tienen despistada…. Todo  está terminando por convertirse en una especie de “coitus interruptus empresarial” donde lo mejor siempre está por llegar.

Condiciones laborales de la plantilla
Mientras tanto, las trabajadoras y trabajadores de la empresa, dando la cara día a día ante un público sevillano y portugués principalmente, con la mayor de sus sonrisas y alejando cualquier sospecha sobre las patéticas condiciones a las que se les somete.

 Las condiciones laborales de la plantilla son muy dispares y casi opuestas. Existe un colectivo estable, de entorno a 100 personas entre personal técnico, administrativo y el propio Equipo de Dirección, que sí cuenta con unas condiciones más estables, en su mayoría,  de alta durante todo el año y salario fijo mensual.
Sin embargo las condiciones laborales de las 300 personas restantes son vergonzosamente precarias, rozando la “semiesclavitud” desde mi punto de vista.
Esta situación dificulta la gestión ante cualquier negociación del propio Comité de Empresa, que de manera constante viene evitando la confrontación de los distintos colectivos. Todas son personas trabajadoras y representadas por el Comité de Empresa y la Sección Sindical de UGT, con sus particularidades. Nuestros planteamientos en cualquier negociación siempre han sido para mejorar o, todo lo más, para quedarnos como estamos.
Llegaron nuevos tiempos, y la crisis se vino encima, no ya la que se circunscribía a la empresa, sino la mundial. Y, oye… la empresa siempre mira para el mismo lado, para abajo. Así que a  UGT tampoco nos va a quedar otra que mirar siempre para el mismo lado: para arriba.
No pueden seguir sosteniéndose sobre los más débiles, porque el equilibrio se pierde. No estamos en disposición de permitir que, otra vez, se sigan cargando las tintas sobre “los más pobres”. Qué fácil es  ejercer la solidaridad desde la supremacía y lavarse la mala conciencia pagando la cuota de la ONG o dándole unos céntimos al chico de color del semáforo y después, llegar al trabajo jodiendo al de al lado. Pero que “alternativos” somos.
No será el problema de la empresa su plantilla inestable ¿no?
Porque su plantilla inestable goza de condiciones de trabajo también tematizadas, sí, del siglo XVI. Se les paga y cotizan si trabajan. Atención: contrato fijo discontinuo, a tiempo parcial y por horas. Hora que trabajas, hora que cobras y cotizas. Por el módico precio de  algo más de 5 euros la hora.
Ah! y si encima llueve te pueden llamar por teléfono a tu teléfono particular y decirte que no vengas a trabajar ese día, por lo que ni cotizas ni cobras.
El tema se agrava durante el periodo navideño, cuando las personas que han generado el derecho a la prestación por desempleo y están percibiéndola por estar el parque cerrado, cuando abre por navidad, las altas y bajas de las personas se gestionan en el día, suspendiendo el derecho a la prestación ese día concreto y percibiendo el salario por parte de la empresa…pero ¿y si llueve o no hay mucha afluencia de publico ese día? Pues si eso ocurre y te llaman para «recortarte», entonces ni paga el INEM, ni  paga la empresa, ni cotizas a tiempo parcial, ni nada de nada.
Y, como para todo hay argumentos…
Los argumentos que esgrime la empresa son que se trata de una plantilla que no está vinculada ni identificada con el proyecto, y que además compatibiliza el trabajo en Isla Mágica con otros empleos.  Con perdón: ¿No te jode?…como para no hacerlo. Como para subsistir con lo que ofrece la empresa.
  ¿Alguien da más?


No puedo evitar pensar en los braceros en las plazas de los pueblos donde los caciques escogían como mercancía como mano de obra, donde los elegidos eran afortunados por trabajar ese día.
Me suena todo tanto a “más de lo mismo”….que hay días que me siento como el protagonista de la película  “Atrapado en el tiempo” sólo que en lugar del “Día de la Marmota” despierto siempre el día que Isla Mágica “se salvará”.
La situación prepotente y aplastante que vivimos a nivel global se ha ido alimentando de microdecisiones que parecían no influir más allá del ámbito donde se tomaban. Cada mínima decisión influye en la vida de muchas personas, en este caso,  justo las que más necesitadas están de solidaridad.

Todo empezó como un sueño
después de la exposición universal del 92
y hoy el tercer mundo no está tan lejos

APL
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