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May
06

Un gobierno de izquierdas para Andalucía.

Cuando  redacté el post Veintiocho de febrero de dos mil doce en un rincón de Andalucía”, la emotividad, el desconcierto y la inquietud, impregnaban el ambiente que aquel día compartimos un grupo de amigos y amigas con motivo del día de Andalucía.


Se acercaban las elecciones andaluzas y la preocupación por el resultado no era en vano. Aunque nadie esperaba el implacable ritmo que Mariano Rajoy le iba a imprimir a su “particular gobierno”, sí que conocíamos de buena tinta el modelo por el que apostaban y su incompatibilidad con las necesidades y derechos  de la ciudadanía de a pie.


Hace apenas  unas horas, Griñán (PSOE) ha tomado posesión del Gobierno Andaluz, lo que significa que los cimientos y las bases de la izquierda andaluza son sólidas y no han permitido que finalmente «el vaivén de la gélida marea azul derribase el muro de contención llamado Despeñaperros».


En Andalucía gobierna la izquierda y eso me produce muchísima satisfacción, tanta, que pienso disimularla casi de la misma manera que la CEOE (los empresarios) cuando el PP, con Rajoy a la cabeza, ganó las generales. A alguno le faltó sacar a la ministra Báñez bajo palio. Y es que, cada signo político tiene sus señas de identidad, nada que ver unos planteamientos con otros, nada que ver el progreso con el conservadurismo, y lamentablemente, nada tienen que ver hoy los intereses salvajes y estrictamente económicos con las necesidades del pueblo, que dicho sea de paso -y de una manera muy básica-, son quienes convierten la materia prima en  economía con su fuerza de trabajo. 


Hay veces que precisamente las personas que representamos los intereses de izquierdas y progresistas, tendemos a evitar opinar, por aquello de que se nos vincula a partidos políticos, por aquello de la agresividad con la que nos atacan y sobre todo, por aquello de no tensar y romper la cuerda del equilibrio social.

 

¿Y qué pasa si se nos vincula con partidos políticos que comparten ideología?
¿Es que hay que esconderse?
¿Es que tiene una que renunciar a sus principios?
¿Cuándo además apenas que esos mismos partidos al gobernar “se columpian” y flaquean perjudicando los intereses de aquellas personas a las que representamos, no dudamos en salir a la calle y llegado el caso, incluso convocar una huelga general?

Lo que sí es cierto, y sobre eso debiéramos reflexionar, es que a la CEOE (los empresarios) no les pasa factura representar y ser brazo ejecutor -en los centros de trabajo y en la sociedad en general- de las directrices del conservadurismo más rancio y anticuado: las del PP.

 


¿Por qué disimular a estas alturas?

¿Para qué si se ha perdido el respeto y se ha llegado a la agresión 

y al saqueo de derechos básicos y fundamentales?

 

 

Me viene a la cabeza aquel famoso eslogan «No nos representan”: estos sí que no nos representan.


Andalucía tendrá gobierno de izquierdas, por más que pese a Arenas, que ni siquiera estuvo ayer el acto de toma de posesión. Eso sí, se dedicó, una vez más, a marcar las diferencias y a seguir sembrando la discordia. Calificó al «aún no estrenado gobierno» como el más radical que ha tenido Andalucía. No se entera este señor que sus estrategias de oposición no le han funcionado, que hay que “renovarse o morir”.


No puedo disimularlo, estoy realmente encantada a nivel personal, por mis propias convicciones y, a nivel profesional, por los intereses que represento como sindicalista  en UGT. Especialmente ilusionada también con la entrada en el gobierno andaluz de Izquierda Unida (IU). Ese contrapeso fuerte que no debe permitir ciertas inercias dificiles de sortear a veces tras años de gobierno.  Espero que la entrada de una izquierda más de base sirva para añadir ese punto de espontaneidad y naturalidad. Se hace necesario aligerar una institucionalidad que, si bien ha sido necesaria y eficaz todos estos años, hoy, desde mi punto de vista, sería excesiva  y no acorde a las necesidades sociales.


Que los partidos políticos y los gobiernos en la actualidad no gobiernan ya lo sabemos, pero que la izquierda tiene que estar en un mismo barco, también debiéramos saberlo, admitirlo y favorecerlo, más allá de algún «Gordillo» de turno. La senda la marcan otros, y si la marcan para el gobierno de España, el gobierno de  comunidades autónomas y de ayuntamientos locales “desgobernados” por el PP, para Andalucía no va a ser distinto. La hoja de ruta es la misma, los caminos son distintos y en el estado de salud en que lleguemos unos y otros también lo es. No va a ser fácil, está claro. Hará falta creatividad para esquivar las dificultades venidas o por venir, y para mostrar que hay distintas alternativas. Pero sobre todo hay que COMUNICAR, con mayúsculas, explicar al pueblo,  hacia dónde nos llevan y por qué. En qué se traducen los recortes en el día a día. 

 

Es imprescindible explicar y opinar lo que significa priorizar unos derechos sobre otros privilegios, lo que supone priorizar unas necesidades básicas sobre otros lujos elitistas. Debemos opinar sobre política …  ¿cómo que no? Nuestras ideas, nuestra lucha no es nada si no hay un partido político que las convierta en normativa, que exija su cumplimiento y que apueste por un modelo distinto. ALLÁ DONDE LA REIVINDICACIÓN SEA LEY, estará la POLÍTICA.



Enhorabuena a Pepe Griñán,

a Diego Valderas

y también a Susana Díaz

(mujer, joven y ejecutora de una excelente campaña)


FELICIDADES A LA IZQUIERDA ANDALUZA


espero en breve felicitar también a Hollande.

APL

 

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