Quizás, esa antigua modernidad que en los 50 hizo al protagonista de la novela de Carpentier iniciar un camino existencial a sus raíces sea una buena receta para la actualidad. Quizás, la salida a una situación tan vertiginosa esté en volver a la esencia de nuestras reivindicaciones y abrazar aún más al feminismo radical, ése que para algún que otro indocumentado es aquel que grita mucho