El Día de Andalucía coincide este año en Sevilla con un amago de aroma a azahar por sus calles, y es que, hasta éste parece no atreverse a romper del todo. ¿Y qué mejor opción para celebrar este día que pasar un buen rato entre amigos en la casa del pueblo?
El lugar, un modesto patio, se ha ido llenando poco a poco de personas sencillas, abuelas con nietos, padres con hijas, vecinos, amistades y familias que hoy, día de fiesta, se han reunido alrededor de las austeras mesas a disfrutar de un sol espléndido y un buen plato de migas.
Por nada especialmente, pero por mucho particularmente ha sido un día lleno de sensaciones. Como la misma tierra andaluza, de punta a punta, diversa, heterogénea y dispar.
El movimiento, la diversidad, la agitación y el ajetreo… hasta en la música de ambiente. Como si de un fiel reflejo del momento social se tratase, pasábamos de Serrat a Manu Chao, de Silvio a Leonard Cohen, de canciones anónimas revolucionarias a Víctor Jara, acabando con un romancero chirigotesco en directo.
También el feminismo ha tenido espacio en la sobremesa, en este caso Rosa Luxemburgo, que desde hoy, contará con un lugar privilegiado en la casa. Como tantas otras mujeres, andaluzas de todas las épocas como María Pineda, Lola Flores, María Bellido, Leonor de Guzmán, María Zambrano, fueron, han sido, son y serán parte de nuestra historia más o menos reciente, más o menos dispar.
Los amigos y amigas que hoy coincidimos pasamos de los 32 y no llegamos a los 43 años. Hoy, dos parados, dos en activo, dos sindicalistas y un autónomo. El tema común: la política. Casi siempre nos une la política, entramos en enardecidos debates, en los que, a juzgar por el tono nadie lo diría, pero estamos tan de acuerdo en tantas cosas. Sobre todo contestación, crítica, análisis sobre lo mal que se han hecho algunas cosas, lo peor que podrán hacerlo otros, lo positivo que podrían ser distintos planteamientos impulsados de abajo hacia arriba, de fuera hacia dentro…en definitiva, el día nos ha dado casi para arreglar el mundo.
Lo más positivo, desde mi punto de vista, no es el contenido de las conversaciones sumamente enriquecedoras en las que cada cual plantea su visión de cada tema que va surgiendo, sino precisamente, que estos debates tengan lugar. Me siento privilegiada por poder compartir tiempo y espacio entre mujeres y hombres relativamente jóvenes donde la principal preocupación es la política. Precisamente por creer que la política, aunque sea otra, distinta y por venir, es la única herramienta que puede solventar los problemas y facilitar la vida a la ciudadanía y a los trabajadores y trabajadoras de cualquier país. Es una manera de organizarse y llevar la voz allí donde se decide o se decidía.
Y con la política, también una preocupación compartida, entre la gente de izquierdas. Afrontamos estos días momentos clave para el presente inmediato y el futuro de la sociedad andaluza, jamás hubo tanto desasosiego. Pronto sabremos si los cimientos y las bases son sólidas o si el vaivén de la gélida marea azul consigue derribar el muro de contención llamado Despeñaperros.
Me gusta:
Me gusta Cargando...
Relacionado