Ayer 28 de septiembre fue el día de “Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito”. Como siempre que la causa lo merece, salí de nuevo a la calle a aportar mi granito de arena.
Es una de las reivindicaciones que más me motiva. Ya el primer día de febrero, con motivo del anuncio de Gallardón dediqué un post en este blog titulado «Los hay que deciden por nosotras», la verdad es tengo poco más que añadir salvo la indignación acumulada de siete meses más.
En España vivimos días de retroceso. El actual gobierno ultraconservador de Mariano Rajoy se ha empeñado en devolvernos a las clases media y baja a aquellos tiempos de los que ellos entienden nunca debimos salir.
El retroceso no es sólo económico, es un retroceso ideológico y un recorte en las libertades.
Las mujeres muy particularmente estamos abocadas a un intento de regresión enorme con un país dirigido por una derecha que sólo parece creer en un modelo de mujer vinculada a los roles reproductivos y de cuidado del hogar y la familia.
En esta tendencia que intentan imponernos de veneración de la mujer y la concepción, encontramos por supuesto al “ideólogo” Gallardón y a los ultracatólicos lobbies “pro-vida”.
Y me pregunto una y otra vez ¿por qué esa obsesión por dominar, condicionar y privar a la mujer de su derecho a la libertad y a ser dueña de sí misma, de su propio cuerpo y mente? Por decirlo de una forma coloquial, «me toca la moral» que precisamente sean hombres los que pretendan decidir por nosotras. Debe quizás tener esta conducta una explicación «freudiana» sobre el dominio de la mujer a través del sometimiento de su cuerpo porque, la verdad, no me explico, con la que está cayendo, esta obsesión misógina del ministro de justicia.
Y ya puestos a mandar, señores del PP ¿por qué no se dedican a aquello para lo que los ciudadanos y ciudadanas les votaron? ¿por qué no nos sacan de la crisis en lugar de hundirnos más en ella? y ustedes señores eclesiásticos ¿por qué no se ocupan de los miles de casos de pederastia que su «institución» consiente una y otra vez?
Las mujeres que quieren ser madres y así lo deciden tienen toda la libertad para hacerlo y ejercer su derecho. Las mujeres que, bien porque no es el momento, la situación económica, el estado emocional o miles de situaciones que sólo nosotras conocemos, deciden no serlo, también son libres para decidir. Así que déjennos en paz y dedíquense a lo suyo, que tienen tarea.
APL
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