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Sep
17

De huelgas políticas y gilipolleces supremas

Me toca soberanamente la moral –por decirlo de alguna forma- la manera en la que el PP nos toma por bobos.

Después de la bochornosa “mayoría silenciosa” vuelven con la “huelga política”. Concepto que usan cada vez que se les convoca una huelga a ellos claro, al PP “en forma de” gobierno. Que yo recuerde nunca usaron ese término para referirse a las  huelgas que les hicimos a gobiernos de otro signo político, es más, son tan cínicos que llegan a negar que se hayan convocados tales huelgas.

Según la RAE la definición de huelga es la interrupción colectiva de la actividad laboral por parte de los trabajadores con el fin de reivindicar ciertas condiciones o manifestar una protesta. (huelga a la japonesa, huelga de brazos caídos, huelga de celo, huelga de hambre, huelga general, huelga revolucionaria, huelga salvaje…)

La RAE define política como: Arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados. Actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos. Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo.

Parece que a su vez el gobierno de la nación hace su propia traducción e interpretación y convierte la definición de la RAE en una asociación de ideas básicas, demagogas y populistas. Según su discurrir sería algo así como lo siguiente:

Huelga = Sindicatos de clase

Sindicatos de clase= rojos que apoyan a partidos políticos de izquierdas

Política = desprestigio

Huelga política = Rojos desprestigiados haciéndole el juego a partidos políticos de izquierdas.

Patético sin más, y por supuesto en su discurrir no hay cabida para las reivindicaciones y derechos de los trabajadores. Eso no tiene nada que ver con las manifestaciones ni las huelgas.

Ha calado el mensaje envenenado de que los sindicatos somos una prolongación de los partidos políticos de izquierda, casi siempre referido a UGT y al PSOE, de ahí las calificaciones de “estómagos agradecidos” entre otras lindezas varias que nos dedican a delegados, miembros de comité, liberados…

Huelga

Lo que no parece haber calado tanto es la verdad, la historia, esa que se olvida para seguir cometiendo los mismos errores.

Hay un vínculo evidente e inevitable. La UGT y el PSOE fueron fundadas por una misma persona, Pablo Iglesias. Así que parece obvio que, salvo que hubiera padecido algún tipo de trastorno bipolar o de personalidad -que no parece-,  Pablo Iglesias sentara unas bases similares en ambas organizaciones. Y éstas fueron la defensa de los intereses laborales, sociales y políticos de las clases más desfavorecidas.

No me gustaría reproducir aquí la historia completa de fundador de la UGT o del propio sindicato, entre otras cosas porque está accesible en multiples webs y enlaces. Pero sí apuntar que la idea ni fue mala ni funcionó mal durante mucho tiempo. No está nada mal que los trabajadores puedan contar con partidos políticos que sean su voz allí dónde se toman las decisiones de gobierno ¿no? Tampoco está mal que se tengan en cuenta sus intereses sociales y económicos cuando se redistribuye la riqueza del país (fruto, entre otras cosas, de nuestros propios impuestos).

Y sé perfectamente que muchos (yo misma, entre ellos) hemos pensado en alguna ocasión aquello de “Si Pablo Iglesias levantara la cabeza”…Soy de las que piensan que hacen falta grandes e importantes cambios en estas estructuras y que los “resistentes” ( los percebes muy bien descritos por Rosa María Artal en su libro “Salmones contra percebes”) impiden tales cambios, agravando la crisis y el prestigio.

Por mucho que algunos se empeñen, el problema de los sindicatos o de los partidos políticos no es un problema económico. Es un problema de modelo, de funcionamiento interno del propio aparato y de regeneración. Hay que adaptarse a los tiempos que corren en muchos sentidos para seguir siendo útiles a los trabajadores. 

Ahora bien, siendo conscientes de todo ello, de ahí a que el PP salga en plena campaña electoral presentándose como el “partido de los trabajadores”, que le compremos la moto y que terminemos poniendo en el gobierno por mayoría absoluta al partido de la CEOE creo que, como mínimo, merece una pensada.

Mientras tanto, como hará el sector de la educación el próximo 24 de octubre, vamos a seguir utilizando todas aquellas herramientas con que contamos para defendernos. Y claro que sí, vamos a seguir haciendo política: nos va la vida en ello.

APL

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  | 0 comentarios   | Laboral, Política

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